El Solsticio de Invierno, también llamado YULE, es parte del calendario de celebraciones dentro de Wicca y otras tradiciones Paganas. Marca una importante transición en naturaleza y una festividad esperada con mucho deseo.
Gracias a los vestigios sobrevivientes del pasado, es posible aseverar que gran parte de las tradiciones del mundo ancestral celebraban este punto de transición solar. Si bien todavía es posible especular sobre la complejidad simbólica de esa época, es sabido que el aspecto ritual, la ofrenda, contemplación y festejo son parte de las memorias que compartimos como humanidad, y que hoy en día continúan teniendo un lugar de importancia.
Algunas doctrinas religiosas han adoptado varios de los símbolos del Paganismo en sus prácticas. Algunos ejemplos de esto son los árboles con hojas siempre verdes que son llevados a un hogar para decorarlo, cenar en familia, intercambiar regalos, jugar y celebrar la vida en la comodidad de un hogar caliente y luminoso, etc.
El solsticio es el nadir o punto más bajo del ciclo solar tanto en términos de la duración de las horas del día, como también en el sentido de la apariencia y energía de Naturaleza. Marca el punto intermedio del Invierno, y por ende la época más fría y silenciosa del año.
Es en este espacio intermedio que es posible determinar la duración de la temporada frío y el retorno paulatino de la luz. En el hemisferio Norte este festival se festeja en diciembre, y en el hemisferio Sur en junio.
