Bienvenida Naturaleza

Artículo escrito por Vivianne Crowley para su columna “Greening the Spirit” en Patheos.com Traducido al Español por Madelaine Benítez (LaMadduk)

Una religión antigua o nueva, que hizo hincapié en la magnificencia del universo según lo revelado por la ciencia moderna, podría ser capaz de extraer reservorios de reverencia y asombro apenas aprovechado por las religiones convencionales. Tarde o temprano, tal religión emergerá.

Carl Sagan (1994: 77) Un punto azul pálido, una visión del futuro humano en el espacio. Nueva York: Random House.

Nuevos comienzos

Vivianne-Crowley-Rainbow

La primavera es el momento de un nuevo crecimiento, de reverdecimiento y de animales procreando una nueva vida. Los días se alargan, el sol se hace más fuerte, los árboles florecen, los pájaros cantan para establecer su territorio de su nido. En nuestro alrededor tenemos la sensación de las fuerzas creadoras de la naturaleza trabajando. Los cambios naturales que nos rodean son señales de que es hora de despertar de los latentes días de invierno para comenzar una nueva etapa en nuestras vidas.

Para los antiguos, el ciclo estacional de la luz y la oscuridad, el calor y el frío, crea un ritmo natural de la actividad y el descanso. En la vida moderna, hemos perdido algo de ese ritmo, pero la conciencia de los cambios estacionales en la naturaleza puede ayudar a equilibrar nuestras vidas. Imbolc, a principios de febrero en el hemisferio norte y agosto en el hemisferio sur, es un festival de purificación en el calendario pagano y en muchos otros calendarios religiosos. De Imbolc a la primavera, cuando los días se hacen más largos, comenzamos a despertar del letargo del invierno. Es hora de limpiar nuestros hogares y para eliminar lo que no necesitaremos en la próxima temporada.

Con la nueva energía que viene con la primavera, podemos participar y dar forma al mundo exterior. El equinoccio de primavera es un buen momento para revisar dónde estamos ahora y planificar nuestros objetivos para la primavera y el verano por venir. ¿Dónde queremos estar y qué es lo que queremos lograr en el otoño? ¿Qué nuevas actividades podemos iniciar y llevar a buen término en los próximos meses?

Honrando el cuerpo

La primavera trae verdor. En muchas tradiciones místicas, el verdor se asocia con la energía divina, la plenitud espiritual y la creatividad. La gran mística medieval alemana Hildegard von Bingen utiliza la palabra »viriditas”, reverdeciendo, para describir lo Divino inmanente en la naturaleza. La alquimia evolucionó en la Edad Media y más allá, desde el proceso de transformación de la materia base en oro; hasta el proceso de transformación espiritual del alquimista.

La «materia base» de la personalidad humana se transforma en un nuevo ser espiritual. “Reverdeciendo” es una de las etapas tradicionales de la alquimia y es simbolizada por un león verde. El león era considerado el rey de los animales, el más grande de los animales, y el león verde en la alquimia representa el cuerpo físico en renovación y regenerándose a sí mismo. La primavera es un tiempo para nuestra regeneración física al igual que la espiritual. En el pensamiento Pagano, nuestra práctica espiritual se beneficia del tratar a nuestros cuerpos en formas que traigan salud y que creen una sensación de bienestar.

Somos lo que comemos por lo que es importante comer con atención plena, conscientes de la calidad de los alimentos que comemos y de dónde vienen. La comida desbalanceada obstruye nuestro pensamiento y reduce nuestra capacidad de participar en la alegría de vivir en un cuerpo, uno de los grandes dones de la naturaleza. Cuando nuestras energías no pueden fluir libremente, nuestro cerebro no funcionan en su óptimo y la vida es menos alegre y creativa.

Honrando a Gaia

Honrando el cuerpo y cuidando de él, honra el universo que nos dio este precioso vehículo terrestre que nos permite disfrutar de la existencia sensorial. Para los Paganos, al encarnarse en el cuerpo es un regalo sagrado, un regalo de los Dioses, y es una fase de nuestra existencia para disfrutar. A través de la encarnación física aprendemos a apreciar la belleza del universo creado y la maravillarnos con los otros con los que lo compartimos: plantas, animales y seres humanos.

Todos juntos formamos el anima mundi, el alma del mundo que anima a Gaia, nuestro Tierra. Cada especie y cada individuo es importante y necesario.

Con el despertar de la primavera, ¿qué podemos hacer para lograr el equilibrio en nuestras vidas, un equilibrio entre las diferentes partes de nuestras vidas, nuestra mente, cuerpo, emociones y espíritu; y también un equilibrio entre nuestros propios deseos y necesidades con las del planeta como un todo?.

Una de las maneras en que más podemos honrar la renovación, el reverdecer de la primavera, es el pensar en cómo podemos contribuir al bienestar de la biosfera de la que somos parte. ¿Qué regalo espiritual podemos entregar a Gaia para reducir el daño que causa nuestra existencia? ¿Podemos plantar un árbol, hacer donaciones a una organización ambiental, movernos en bicicleta al trabajo o al colegio en lugar de conducir? ¿Se puede comer para bajar la cadena de la proteína ingiriendo menos proteína animal y alimentarnos de una manera que nos beneficie por ser más saludable, y también beneficiar a otros por causar menos daño al planeta y a con quienes lo compartimos?

Todas estas son formas en las que podemos ‘enverdecer’ del espíritu y honrar a Gaia también. Cada pequeña cosa que hacemos y que devolvemos al planeta nos da algo a cambio. En la Tradición de la Wicca el retorno es triple; no necesariamente en términos materiales, sino en energía espiritual. Crecemos espiritualmente cuando contribuimos con el mayor bienestar del mundo, y eso es nuestro triple retorno.

Volver a conectarse con la naturaleza

La primavera es la temporada para volver a conectarse con la naturaleza. En la estación fría, nuestro instinto es «entrar en la cueva ‘; permanecer en el interior, para conservar nuestra salud, nuestra fuerza y disfrutar de la compañía de amigos y familiares.

La primavera es el momento de pasar tiempo en la naturaleza. Podemos ser capaces de visitar un sitio sagrado, bosque u otro lugar natural donde podemos estar quietos y en silencio, y acercarnos a lo sagrado. Incluso si vivimos en una gran ciudad, habrá parques de la ciudad donde la renovación de la primavera se hace sentir.

El visitar estos lugares nos entrega nueva energía y paz interior. Es una oportunidad para honrar a la naturaleza como el ropaje de la Divinidad; la hermosa capa que esconde la conciencia dentro,  y que es siempre cambiante, siempre renovada y que sigue evolucionando y refrescando el universo en el que tenemos el privilegio de habitar.

Nuestras celebraciones estacionales nos recuerdan aquello que está terminando y aquello que prevalece. No serán cosas de moda, ni de éxito mundano, ni de belleza física. Tampoco serán los errores, el dolor o las carencias. Es lo que hay más allá de estos polos de emociones positivas y negativas. Es la profunda alegría de estar vivo y la paz más profunda de cara hacia la eternidad.

Una oración para la Primavera

Señora del verde de la creciente tierra,

poder de la fuerza de la vida que se manifiesta en el mundo,

manifiesta dentro mío el poder de crear,

de traer crecimiento y renovación,

y para despertar la esperanza y la alegría de la primavera en quienes conozca.

Que el reverdecimiento de la primavera inspire nuestros corazones y nuestras mentes.

Artículo escrito por Vivianne Crowley para su columna “Greening the Spirit” en Patheos.com Traducido al Español por Madelaine Benítez (LaMadduk)
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