Redefiniendo el Paganismo Moderno

Entrevista al Profesor Ronald Hutton P.h.D. por KATE LARGE, para la revista Pagan Dawn. 

Artículo traducido por Ramien Mhadath, bajo permiso del Autor y el permiso de la revista Pagan Dawn para www.wiccatradicional.org
Copyright Prof. Ronald Hutton.
Artículo original en Inglés: Professor Ronald Hutton: Reframing Modern Paganism
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El Profesor Ronald Hutton es una autoridad en el Paganismo y una presencia habitual en el circuito de festivales. Kate Large conversó con él sobre su propio viaje y cómo su trabajo ha redefinido a la comunidad.

Has dicho que tu madre, quien era Pagana, fue una gran influencia. ¿Hay alguna diferencia entre ‘nacer pagano’ y ‘escogerlo’ ?

La gran mayoría ha ‘elegido’ el Paganismo, insistiendo en que habían nacido instintivamente Paganos. Abrazar el Paganismo es simplemente un reconocimiento de su verdadera naturaleza: se siente como ‘llegar a casa’. Ser criado en una forma particular de Paganismo me dio una muy buena base en mitología pagana antigua, leyendas e historia, y un conocimiento de la literatura Victoriana y Eduardiana inspirada en el Paganismo. Nada de esto me otorgó una conexión directa con otros Paganos en los 70s y 80s, pero me entregó una sensación de camaradería con el Paganismo en general.

Usted fue parte de la contracultura Británica de los 1970s y su escena folk. ¿Están el paganismo y la contracultura inextricablemente enlazados?

En todo momento, incluso en el presente, el Paganismo ha representado un desafío a los valores culturales y religiosos dominantes, poseyendo raíces profundas que alcanzan más de doscientos años hacia atrás, como he tratado de demostrar en mis escritos. En mi juventud, tenía plena conciencia de permanecer a la tradición de los grandes escritores Románticos revolucionarios del principio del siglo XIX. Esa tradición hacía una apasionada súplica de la libertad del individuo, y de la imaginación, en contra de cualquier conformidad impuesta, hacienda un llamado a la naturaleza y al pasado pagano.

La contracultura de los 60s y 70s podría ser llamada el ‘Segundo Movimiento Romántico’, pese a que carecía de un sentido de historicidad profunda y a menudo se giraba hacia imaginería apocalíptica de origen Cristiano, más que pagano. Las canciones que más me inspiraron, tanto antiguas como nuevas, no solían estar relacionadas directamente con el Paganismo. Más bien, exploraban la idea de una búsqueda personal, un Nuevo mundo en el cual la creencia, la acción y la identidad pudieran ser repensadas, algunas veces trayendo de regreso ideas realmente antiguas. Estoy pensando en King Crimson, The Moody Blues, Pink Floyd, Fairport Convention, Steeleye Span y David Bowie.

East Anglia

Recuerdo aparecer en el club de folk para escuchar a los artistas entusiasmarnos como si fueran antiguos bardos; disfrutando la sensación de tribalismo y celebración en los festivales libres y las Ferias de East Anglia. También trabajé con gente de pensamiento similar en contra de las injusticias y brutalidades arraigadas, manifestándonos y realizando campañas contra el sexismo y el racismo. Rituales Estacionales en Epping Forest, con un grupo Pagano (una suerte de corte externa Wiccan) en 1968-9, cuando estaba en mi adolescencia, fueron mis primeras experiencias de ceremonia grupal Pagana.

Su carrera académica le ha llevado muchas veces a una suerte de aislamiento intelectual: ¿cómo es recibida en general su investigación? ¿Siente usted un compromiso personal con sus estudios que trasciende lo meramente académico?

Nunca me sentido un académico ‘puro’. Todo en lo que he trabajado ha sido impulsado por entusiasmo personal, más que consideraciones profesionales. Tuve cuidado de no trabajar en el Paganismo moderno hasta que había asegurado un puesto de profesorado, y siempre he mantenido silencio sobre mis propias creencias, defendiendo y apoyando activamente a los Paganos que son atacados por las suyas. Considerando esto, es extraordinario el alto precio que he debido pagar por mi asociación con Wicca, especialmente después de publicar Triumph of the Moon.

Un académico Americano de visita en la Universidad de Cambridge le preguntó a otros historiadores qué estaba haciendo yo, y se le informó que podía olvidarse sobre mí, debido a que me había vuelto loco, me había convertido en un brujo y abandonado la profesión académica. El periódico estudiantil en mi propia universidad colocó una fotografía mía en su portada señalando: «¡Cuidado! ¡Este hombre podría ser un Brujo!». Por cerca de diez años mi carrera se estancó. No se me consideraba adecuado para posiciones de responsabilidad mayores o cualquier tipo de honores, mis postulaciones a financiamiento de investigación eran rechazadas, las invitaciones a dar conferencias y realizar artículos se evaporaron.

De forma muy irónica, todas las mañanas durante años recibí emails abusivos de Paganos fanáticos, principalmente americanos, que confundían mi trabajo con un ataque a su fe. Fui salvado, profesional y mentalmente, por el hecho de que no podía ser despedido o degradado, por una pareja leal, por el éxito de mis libros y por la continua amistad de muchos Paganos Británicos y de todo el mundo, incluyendo a los líderes establecidos del movimiento. Después de una década, mi trabajo continuo dio sus frutos, y mi carrera tomó brío nuevamente.

Está actualmente supervisando un estudio detallado del brujo, en un marco global, antiguo y folklórico. ¿Qué le llevó a este nuevo proyecto?

Mi proyecto actual es la fase final de un trabajo que data de más de un cuarto de siglo, lo cual fue necesario para ganar experiencia, poner a prueba y desarrollar mis propias ideas. En primer lugar, a través de una serie de conferencias y artículos en los 90s y luego por una serie de publicaciones en los 2000s y principios de la década del 2010. Financiado por un consejo de beneficencia e investigación, he reunido un equipo de ocho personas, incluyendo un colega especialista en Clásicos e Historia Antigua, un asistente de investigación con un PhD; cuatro estudiantes de doctorado, y un artista, trabajando en conjunto en diferentes aspectos de la figura del brujo. Estamos encaminados hacia nuestros resultados esperados: dos o tres libros, un manojo de artículos, cuatro tesis doctorales y una serie de esculturas.

Este proyecto reúne dos grandes visiones de investigación con respecto a los juicios de brujas modernos, las cuales han avanzado por separado desde los 70s. Una, frecuente entre los historiadores angloparlantes, aplica elementos de sociología, criminología, psicología y crítica literaria, pero evita la antropología, los estudios folklóricos y la historia antigua. La otra, representada por historiadores Continentales Europeos como Carlo Guinzburg, ha estado más dispuesta a ver los orígenes de los juicios en creencias antiguas, creencias populares y modelos tribales de chamanismo. Mi equipo está tratando de hacer que los historiadores angloparlantes aprecien las virtudes de los métodos usados por el Grupo Continental, y sean capaces de mejorarlos. Los resultados son muy excitantes.

Los juicios de brujas forman parte importante de la consciencia Pagana – pero, ¿cuán exacta es la clásica imagen que tenemos de estos juicios?

El público general aún tiende a la visión de los juicios de brujas que fue desarrollada por los liberales racionalistas en el siglo diecinueve, como propaganda contra los oponentes Cristianos y conservadores. Que en realidad fue un error de la Cristiandad, usado por la gente en el poder para aterrorizar y suprimir aquellos que estimaban inconvenientes en las sociedades que controlaban: feministas, parteras, paganos, o la gente común. Es claro hoy en día que las sociedades a través del mundo han matado gente por actos presuntivos de magia destructiva, a menudo en gran escala, y así lo hicieron también los paganos de la antigua Europa y Medio Oriente.

La Cristiandad, de hecho, redujo las cazas de bruja por cerca de mil años, culpando a los demonios más que a la gente de la magia maligna, teniendo la confianza de que los eclesiásticos podían deshacerse de estos. Hacia el final de la Edad Media, la Cristiandad Occidental perdió la calma y comenzó a creer en una vasta conspiración de gente oculta en su interior, destruyendo a sus vecinos y a la fe Cristiana, con poderes mágicos entregados por demonios a los cuales adoraban. Aunque se trataba del producto de intelectuales, era una idea basada en un miedo ancestral a la magia. Una vez la creencia se difundió, la necesidad de cazar brujas provino principalmente de gente común y corriente, que ahora creía que todos sus infortunios – especialmente la muerte de sus hijos- eran causados por gente malvada dentro de su comunidad.

Esta idea, sin embargo, prendió lentamente, y el período de cacería intensa duró sólo un breve tiempo: tres cuartas partes de las víctimas murieron en un tiempo de vida extenso, 1560 a 1640. Algunas comunidades en Europa jamás enviaron nadie a juicio, y muchos de quienes lo hicieron, sólo lo intentaron una vez. Esto se debió a que no parecía funcionar: los lugares que juzgaban a la gente por brujería no tenían un mejor clima, salud o suerte que aquellos que no lo hacían. Por el contrario, a menudo quedaban dañadas, traumatizadas y divididas. La creencia en una conspiración satánica de brujas hacía más mal que bien, y los gobiernos retiraron su apoyo. Ésta es la visión a la que adhieren actualmente la mayoría de los académicos expertos. Sin embargo, aún quedan algunos problemas.

El concepto de adoradores del diablo cometiendo fechorías abominables perdura en occidente, incluso en gente que no cree en demonios, inspirando el escándalo del «Abuso Ritual Satánico». Una creencia literal en demonios está aumentando en muchas denominaciones Cristianas, lo que ha llevado a la proliferación de rituales exorcistas. El abuso o asesinato por supuesta magia destructiva está creciendo en el mundo desarrollado, alcanzando proporciones epidémicas en algunas naciones y provocando la reaparición de leyes criminales contra la brujería en algunos.

Es posible educar a la gente a no temer a la magia ni a la vulnerabilidad frente a su uso destructivo: un esfuerzo internacional podría erradicar las cazas de bruja en todo el mundo, de la misma forma que esfuerzos similares erradicaron la viruela y la polio. Mi proyecto pretende contribuir a este esfuerzo, aunque no subestimo los obstáculos en el camino.

Sus nuevos estudios sobre la brujería también tratan de apoyarse menos en recopilaciones folklóricas modernas para llenar los vacíos en la evidencia temprana, y colocar mayor énfasis en las diferencias regionales. ¿Por qué ha escogido esta aproximación?

Muy pocos, si es que alguno, de los historiadores modernos que usan el folklore moderno como evidencia para creencias populares medievales, del principio de la era moderna o incluso antiguas, han sido capaces de considerar los estudios folklóricos más recientes. En vez de esto, se han aferrado a la idea señalada por los intelectuales del siglo XIX que la gente común era muy estúpida como para comprender sus propias costumbres y creencias, y por lo tanto las repetían sin pensarlo. Los folkloristas aprecian ahora cuán dinámica es la cultura popular, de forma que la gente común y corriente recrea en forma creativa ideas y actividades. Incluso aquellas que pudieran haber genuinamente sobrevivido por milenios, serían significativamente diferentes en 1800 que en 1500, y por lo tanto en 1200. Nuestro proyecto considerará dicho dinamismo, mirando además a las diferencias regionales en la cultura popular, para ver si esto ayuda a explicar por qué algunas áreas de la Europa moderna temprana realizaron cazas de brujas y otras no, por qué algunas acusaron a las mujeres de brujería y otras, a los hombres.

La brujería en Italia, hombres brujos, y el familiar son temas abordados en su investigación. ¿Por qué seleccionar estas áreas?

Los tópicos fueron seleccionados por tres investigadores estudiantes dentro de mi grupo, Debora, Sheriden y Vikki. La cuarta, Tabitha, está trabajando en la relación entre el género y la magia en Inglaterra, en 1400 – 1600. Ellas, y mi asistente postdoctoral Louise, consiguieron sus puestos en el proyecto al presentar las mejores propuestas. La decisión de incorporarlos fue realizada por un panel de académicos, en los cuales yo representaba sólo un voto, para prevenir cualquier sospecha de favoritismo; aunque el panel nunca estuvo en desacuerdo. El equipo es completamente femenino, a excepción mía, y un cuarto se auto-identifica como Pagano. Aunque compartimos una aproximación metodológica común, nada estipula que debemos terminar estando de acuerdo entre nosotros. Esto es el por qué no puedo decir qué revelarán eventualmente mis compañeros. De hecho ya he encontrado que algunos de los resultados de mi propia investigación son distintos a los que esperaba: en Europa, por ejemplo, las creencias folklóricas locales han resultado ser menos importante en determinar el curso de los juicios de brujería modernos, que lo que había anticipado.

¿Por qué resuena aún tan poderosamente el arquetipo de la bruja?

Debido a que actualmente, puede significar muchas cosas distintas para muchas personas distintas. Es, sin duda alguna, un potente símbolo feminista, una de las pocas imágenes de poder femenino independiente que la cultura tradicional europea nos ha legado. Cuando se le une al paganismo, puede representar una salvaje y verde espiritualidad basada en la libertad, la autorrealización, el humanismo y protección del planeta. Para mucha gente significa un practicante de magia en general, incluyendo todas las formas benevolentes, mientras que para muchos otros sólo significa alguien que usa magia para dañar a otros, a menudo mortalmente.

El problema es que las dos primeras definiciones son relativamente recientes, y adoptadas actualmente sólo por una minoría, mientras que la última fue usada por al menos dos quintos del total de angloparlantes hasta el siglo diecinueve, y la mayor parte del quinto que usa la palabra brujería para magia en general lo hace así para difamar y suprimir todo tipo de magia, y no para redimir la brujería. Actualmente, la bruja ocupa un espectro de reconocimiento, que abarca desde la víctima trágica por antonomasia, hasta la máxima encarnación del mal. Mi proyecto intenta contribuir a la eliminación del último concepto, presentando una mejor comprensión de sus raíces culturales.

Usted ha trabajado para English Heritage, institución la cual divide radicalmente la opinión entre los Paganos modernos. ¿Qué le parecen las reivindicaciones que pretenden señalar que los sitios antiguos son la ‘propiedad espiritual’ de los Paganos? Además, ¿existe una forma de que los Paganos trabajen en conjunto con EH, en vez de en contra de éste?

Ya he regresado a English Heritage, como el administrador que representa a la historia y la arqueología en la Comisión que rige la organización, a la cual se le ha suspendido todo financiamiento público y se ha transformado en una fundación autofinanciada. Sólo un lugar estaba disponible para ambas disciplinas y lo conseguí a través de un competitivo proceso de postulación y entrevistas. Lo logré debido a que mi trabajo se apoya en ambas disciplinas y ha cubierto muchos tópicos distintos, pero también en parte debido a mi conocimiento de espiritualidades alternativas, y de sociedades reconstruccionistas, en las cuales también poseo vasta experiencia.

La Comisión opera en un nivel por sobre las políticas de implementación que causan mayor fricción, o buenas disposiciones, entre EH y los Paganos. Así, la Comisión puede decidir que debe haber acceso abierto a Stonehenge en los solsticios, pero no de qué forma, y que los Paganos deberían ser invitados a colaborar en el cuidado de los antiguos sitios sagrados, pero no exactamente cómo. La comisión da cuenta a una comisión elegida por el gobierno, al gobierno en sí mismo, y por lo tanto al público. Es el público, representado por el gobierno elegido, el cual es el real poseedor de los monumentos de los cuales se preocupa EH.

Durante los 90s trabajé intensamente, con algo de éxito, para persuadir a los académicos y a los administradores de EH que, dado que nunca podremos tener mucha certeza sobre la religión prehistórica o antigua en Gran Bretaña, las reconstrucciones Paganas modernas podían ser tan acertadas como cualquier otra. Eso ayudó mucho a disminuir la tendencia inicial de tales grupos, de desestimar a los Paganos como lunáticos, fraudes y molestias. Sin embargo, si algunos Paganos reclaman un derecho especial a poseer e interpretar sitios sagrados antiguos y decirle a otra gente qué hacer con ellos, basados en una conexión espiritual que no puede ser demostrada objetivamente, dicha tolerancia y respeto se podrían evaporar. Incluso después de todas estas décadas, el Paganismo es aún un movimiento principalmente de los relativamente pobres, marginados e indefensos. Tiene una peligrosa ausencia de adherentes y defensores poderosos, pudientes y famosos. En esta situación, el encanto constante y la persuasión son mejores técnicas que presiones agresivas.

Nuestra comprensión de los sitios antiguos está cambiando, y a menudo es revisada a la vista de los descubrimientos arqueológicos. ¿Cometen el error los paganos modernos de colocar demasiado énfasis en ciertos sitios – como Stonehenge – imponiendo nuestras propias narrativas, incluso si aquellas resultan falsas? ¿Cómo podríamos enfrentar esto?

Me encantaría que los Paganos impusieran usualmente sus propias narrativas en los sitios antiguos, y también en el pasado, ya sea desde la investigación real o de genuinas experiencias visionarias. Muy a menudo, sin embargo, su comprensión está basada en ideas académicas ya desacreditadas que eran dominantes hasta los 70s y que se basaban principalmente en el trabajo de eruditos Victorianos y Eduardianos. La internet refuerza esto al reciclar ideas obsoletas a través de sitios web construidos por aficionados entusiastas.

Hay al menos tres soluciones igualmente buenas a este problema. Una es tratar de mantenerse actualizado con la literatura académica relacionada con aquel particular aspecto del pasado en el cual cada Pagano en particular está interesado, a través de los trabajos académicos en las bibliotecas públicas, librerías y medios masivos. Otra es intentar reconocer que el pasado antiguo ya está fuera de nuestro alcance, y por lo tanto celebrar el derecho de las distintas personas de soñarlo en formas diferentes, como sistemas de creencia subjetivos y personales. El tercero es rescatar las miradas heredadas de lugares y períodos de tiempo como una fe privada, transmitida sin entrar en contacto con las ideas cambiantes; lo cual es de hecho cómo una gran cantidad de religiones se manejan con los tiempos cambiantes. Diferentes tácticas le acomodaran a distintas personas, y esta lista de posibilidades es probablemente sólo el comienzo.

¿Cómo describiría sus propias creencias, y cómo han cambiado éstas con el tiempo y con sus propios estudios?

Mis ideas de la historia Pagana han cambiado dramáticamente desde los 60s, cuando creía en todo lo que leía en Margaret Murray, Robert Graves, Sir James Frazer, Gerald Gardner, Charles Godfrey Leland, y autores que creían que las literaturas medievales Celtas constituían confiables retratos del pasado pagano antiguo: simplemente debido a que todos ellos encarnaban o habían construido sobre aquello que entonces era ortodoxia académica absoluta. La aparición de nuevas investigaciones en los 70s – la mayor parte de ella no conducida por mí – gradual y dolorosamente desmanteló estas creencias, haciéndome cuestionar, hacia fines de los 80s, qué podría ser puesto en su lugar.

Mi trabajo desde entonces ha tenido principalmente la intención de dar al Paganismo moderno una nueva historia que pueda ser probada en los registros y que le entregue un lugar orgulloso en el mundo actual, como un complejo de religiones que invocan imágenes e ideas antiguas, pero que abordar algunas de las grandes necesidades de la modernidad: y al hacer esto, se basan en importantes corrientes de la cultura Británica que se extienden hacia 200 años en el pasado, y en una tradición de magia ceremonial que data de milenios.

No describo mis propias creencias y prácticas en público, debido a que he aprendido a través de la amarga experiencia que es mucho más efectivo defender al Paganismo en contra de las malas interpretaciones, la policía, las cortes de leyes, los servicios de salud, el sistema educacional, el sector conservador, académicos y los medios masivos, si mantengo mi vida personal y espiritual en privado. Mi respuesta más concisa suele ser ‘Es un tema privado. Bendito seas’.

¿Cómo podrían los Paganos jugar un rol central en crear un horizonte más tolerante entre las distintas religiones, no sólo en Gran Bretaña, sino globalmente?

Los Paganos no luchan en la actualidad tanto como solían hacerlo, al menos en Gran Bretaña. En mi opinión Doreen Valiente – por quien tenía un muy fuerte afecto y respeto mutuo – lo expresó acertadamente al comienzo de los 50s, recomendando a los Paganos que difundieran el conocimiento de su tradición escribiendo libros atractivos sobre ésta (hoy en día, agregaríamos sitios web y redes sociales), evitando a los periodistas y la propaganda. También es importante una presencia Pagana sostenida y efectiva en encuentros inter-religiones, eventos culturales y manifestaciones relacionadas con temas ambientales.

Para aquellos en tradiciones que enfatizan el trabajo en grupo, el entrenamiento, la iniciación, el apoyo mutuo y la coordinación son vitales. El resultado final debería ser personas que son considerados con los otros en el grupo, así con los humanos en general, que son buenos comunicadores y efectivos ritualistas, leales a sus camaradas y su tradición. Ellos serán la mejor publicidad para esa tradición. Cualquier Pagano que gane el respecto como persona de sus vecinos no-Paganos y sus compañeros de trabajo, y sólo después les informa sobre sus creencias, está haciendo trabajo invaluable para ganar respeto a estas creencias.


Artículo traducido por Ramien Mhadath, bajo permiso del Autor y el permiso de la revista Pagan Dawn para www.wiccatradicional.org
Copyright Prof. Ronald Hutton.
Artículo original en Inglés: Professor Ronald Hutton: Reframing Modern Paganism

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